Desde febrero de este año Jan Willem Bult es el embajador en Wadada; y aunque Wadada no sea ningún Estado, es un gran reconocimiento en su carrera de periodismo para niños. Y es que si comúnmente se entiende que trabajar en la realización de programas para niños es un paso previo al periodismo profesional, para este periodista es más bien al contrario:“Primero tienes que hacer algo para TV, entenderlo y después quizás puedas hacer algo para niños. Los niños tienen que tener mejores contenidos que los adultos porque todavía les puede marcar una diferencia en la vida. Y poder hacerlo bien es realmente una profesión”
Wadada es un informativo internacional para niños propulsado por Free Press Unlimited, organización en la que este periodista encabeza la sección de Medios para Niños y Jóvenes. Nace con la idea de unir todos los informativos para jóvenes que hasta ahora han nacido bajo el paraguas de la organización en Surinam, Peru o Bolivia. También funciona como agencia de información. “Si el informativo juvenil holandés, que no forma parte de nuestra red, está interesado saber qué piensan los niños en Nicaragua, niños en Perú, niños en Birmania, podríamos ofrecérselo”. De esta manera, además de ofrecer un contenido diversificado y multicultural a nivel internacional, obtienen un extra de financiación.
“No somos como Barrio Sésamo. No importamos un formato e imponemos ese formato a las organizaciones”
Periodismo para niños
Como ya Armand Mattelart y Ariel Dorfan intuyeron en los años setenta en ‘Cómo leer el Pato Donald’ los contenidos en TV tienen una capacidad de influencia en los niños. Esto es precisamente lo que persigue Free Press Unlimited (FPU) extendiendo su red de informativos para niños. Pero como aclara Jan no son “como Barrio Sésamo. No importamos un formato e imponemos ese formato a las organizaciones. Tampoco hacemos la edición final del producto. Para ejecutar los proyectos buscamos ONGs que ya dispongan de una infraestructura y una experiencia considerable. Lo único que hacemos nosotros es dar el impulso para que pueda llevarse a cabo desde un principio y, a veces también, invertimos cierto presupuesto para las producciones. Pero sobre todo procuramos que tengan una red para trabajar conjuntamente.”
Pero más allá de los experimentos públicos de Barrio Sésamo o incluso los Teletubbies todos los informativos en FPU deben partir de la misma premisa “generación de contenidos independientes y educativos” a través de la programación pública, a veces privada, en los países en los que hasta ahora opera. Se trata de generar “una herramienta para estimular la curiosidad y la capacidad de comprensión de los niños”, que a veces también funciona de nexo de unión entre las familias.
Los informativos así pretenden complementar el proceso educativo: que aprendan ver la televisión por un lado, que conozcan mejor las realidades que le rodean, por otro. “Yo siempre pongo este ejemplo”- explica Jan- “En Colombia los niños ven de cinco a seis horas de televisión al día y hasta hace unos años no había casi oferta en la televisión. ¿Entonces qué ven? Las posibilidades hasta ahora eran o seriales televisivos moralizantes o los informativos con dramas e informativas negativas. Muchos de esos niños tampoco van al colegio porque viven en un entorno demasiado peligroso, porque no pueden pagar por una educación o por lo que sea, porque tienen que trabajar para mantener la economía familiar. Y porque la TV es un elemento dominante en la forma en la que ven la vida, se tiene que hacer contenidos especiales para ellos”.
“Hay algo en nuestras sociedades que hace que la educación y las televisiones públicas sean poco sexy”
Medios públicos y privados.
Jan Willem también sostiene la premisa de que “la calidad de los medios de comunicación para niños refleja la calidad de ese país en concreto”, y sabe ejemplificarlo a su manera. “Por lo general los países europeos tienen una tradición más vinculada a lo público y en los EEUU más a lo comercial. En EEUU los niños son vistos como consumidores de un producto. En cambio, en Europa se busca desarrollar programas educativos”.
Pero no siempre salen experiencias positivas de los medios de comunicación públicos. Sobre todo si se trata de gestionar el gasto, “lo primero que desaparece es el programa para niños. Hay algo en nuestras sociedades que hace que la educación y las televisiones públicas y televisiones para niños sean poco sexy. No es, en todo caso, algo por lo que luche todo el Parlamento.” Y tampoco para este periodista se salvan de las influencias partidistas, ni siquiera en Europa, ni siquiera en Holanda o en Bélgica donde el Parlamento cambia de trabajadores públicos cuando lo necesitan.
Privatización y politización son dos de los retos a los que se enfrenta esta organización, pero la experiencia les dice que algo ya han podido cambiar. “Frente a la deuda pública, el ministerio de educación de Bolivia [financiador del proyecto propulsado por FPU] decidió cerrar el informativo juvenil. Los mismos niños inmediatamente se opusieron y empezaron campañas en Facebook, manifestaciones en la calle… hasta que el ministro se echó hacia atrás ‘si es tan importante para vosotros, os lo pagamos’.
Pero esta cultura del informativo infantil tarda en construirse, opina Jan. Por un lado lleva tiempo la gestación del consenso social para mantenerlo, por otro producir contenidos de calidad. “El traducir las noticias a los niños no es una tarea fácil por el simple hecho de que los adultos no son niños. Puedes empatizar todo lo posible, profundizar al máximo, convertirlo en una profesión y, a veces, parece que aún no llegas a hacerlo bien. Si trabajas intensamente llega un momento en el que sabes más acerca de los niños que acerca de lo que le importa a tu propia generación porque ya ni siquiera tienes tiempo para ello.
Hsiuf-fen Lin
August 16, 2014 4:01am
I can’t agree it more
rosa.vroom@gmail.com
August 17, 2014 2:43pm
Creo que es importante recordar que el periodismo también puede tener una función social. También para la infancia.
Nora Martínez
August 26, 2015 3:47pm
Es interesante contar con un noticiero como Wadada, donde se pueda tributar desde diferentes naciones y desde la visión de los niós y niñas, cómo viven, que hacen , cuáles son sus vivencias , culturas y sueños, pero siempre desde la visión de la infancia.